Estamos perdiendo el norte, nuestras referencias más primarias. Nos estamos desconectando de nuestro instinto, de nuestra sabiduría interna.
Pudiera parecer negativo, pero estoy reflejando una realidad que veo a mi alrededor.
¿Pero hay esperanza? ¿Podemos volver a reconectar?

Y es que médicos, pediatras, organizaciones de la salud, los medios de comunicación, ese nutricionista, aquel deportista o el experto en crianza… Se han convertido en referentes que respaldan lo que tenemos que creer a pies juntillas.
Si algo que escuchamos no lleva el sello de garantía de estos expertos, parece que no tiene ninguna validez. ¿Pero qué ocurre con nuestro médico interno?
Esa conexión con nuestro cuerpo, con nuestra mente, con todo nuestro ser. Nos puede dar respuestas de cómo estamos o cómo nos sentimos.
Lo que ocurre es que nuestro instinto está con el “botón en off”.
Nuestro médico interno
Está claro que si ante el primer síntoma acudimos a una pastilla, no vamos a poder escuchar a nuestro médico interno.
Requiere de paciencia, de poder enfrentar la enfermedad como algo natural en la vida. No como un obstáculo del que deshacerse lo más rápido posible.
Me ha venido la imagen de un corredor de obstáculos, cuando corre en dirección a la meta.
Si en lugar de saltar la valla con todo su cuerpo, la levantase y la apartara, tirándola a un lado… ¿Tendría el mismo valor hacer una carrera así?
En cambio, con los síntomas del cuerpo, que son pistas de lo que sucede a nivel físico, psíquico o espiritual, vale lanzarlas a un lado.
En crianza con apego ocurre algo parecido. Nos empeñamos a seguir las directrices de los expertos como Carlos González, Rosa Jové, Laura Gutman… No estoy diciendo que sus contenidos no tengan valor, claro que lo tienen, pero como un soplo de aire fresco.
En todo caso nos pueden ayudar a reflexionar. Primero nuestra sabiduría interna, nuestro instinto. Luego aquello que pueda aportar algo sin imposiciones, sin perder la autenticidad.

Ser auténticamente imperfectos
Veo a padres frustrados porque no consiguen llevar a cabo los consejos de los expertos.
Esa forma de acompañar al niño desde una mirada respetuosa, más amorosa.
En realidad se están peleando con ellos mismos, con su propio ADN, con lo vivido en su entorno familiar cuando eran niños.
No se puede ser algo que no somos, ni actuar de forma artificial. Solo genera confusión en el niño que no entiende qué está ocurriendo.
¿Es mejor una persona falsamente amorosa y atenta? ¿Es mejor una persona real, que refleja sus emociones tal y como son?
Eso no quita que como padres y madres podamos seguir creciendo y mejorando.
Llevado a las tripas para que sea de verdad y no una representación de lo que nos gustaría ser. Ya sabes, una imagen idealizada de nosotros.
Yo he pasado por esto. Me he visto acompañando el llanto de mi hijo deseando que se callara, mientras actuaba dando permiso para llorar.
Esto es como esconder una piedra en una mano y ponerla detrás de la espalda y esperar que nuestros hijos miren a la mano que tenemos delante.
Ahora he escogido ser más auténtico con lo bueno y lo malo. Buscando siempre una manera orgánica de crecer como padre, como decía desde las tripas y no desde lo intelectual.
Y lo podríamos llevar a la nutrición, al deporte, o a multitud de actividades. Podemos escuchar más a nuestro instinto y menos lo que digan los demás.
Hasta esto que lees “lo deberías” cuestionar.
Seitai, confiar en nuestro instinto.
Este es uno de los motivos por el que me apasiona el Seitai, como práctica, como cultura y como forma de vida.
Porque me permite revisar constantemente de una forma apasionante lo que sucede conmigo. También con el mundo y las personas que están a mi alrededor, aquí y ahora.
Una práctica que conecta con nuestro médico interno, con la sabiduría de nuestras células. El educado y el espontáneo que nos lleva de un lado a otro.
Cuando no me encuentro bien, no corro a tomar una pastilla mágica, práctico Katsugen Undo. Cuando necesito conectar conmigo mismo, cuando otros necesitan de mí, práctico Yuki.
La práctica del Seitai me hace conectar con la capacidad autorreguladora de mi cuerpo.
Me confirma que nosotros como individuos y como sociedad, podemos.
Después de muchos años, me di cuenta que no podemos separar el desarrollo personal de la salud. Está todo todo relacionado.
Por eso preparé un audio donde te cuento:
Los 3 secretos sobre la salud natural que el 99% de las personas ignoran y que te ayudarán a vivir con más vitalidad.
En un audio de 6 minutos y 42 segundos te cuento una forma de tomar las riendas de tu salud, conocerte más y entender mejor a las personas que te rodean.
Envío mails bastante a menudo, son mensajes cortos con historia, ideas y reflexiones que te pueden hacer pensar. Debes saber que voy a tratar de venderte alguno de mis talleres y cursos. Si eso te incomoda, mejor no te suscribas o puedes probar y siempre estarás a tiempo de darte de baja.
Con un clic te apuntas, con un clic no vuelves a saber de mi.
Que vas a encontrar en el audio:
- Sabrás por qué tenemos que confiar en ALGO que llevamos de serie aunque no lo veamos y que compartimos hasta con una planta.
- Entenderás que puedes enamorarte de ti, sin tener que ir a vivir a Bali para encontrarte y el motivo por el que esto es importante para tu vitalidad.
- Conocerás por qué muchos profesionales de la salud miran en la dirección equivocada cuando tratan de ayudar a sus pacientes.
- Descubrirás por qué la vida tiene dos caras, y como una moneda, tiene que permanecer siempre girando en el aire si NO queremos tener problemas de salud.
- Verás que para conseguir tus objetivos y metas, hace falta mezclar en la coctelera varios ingredientes que podrían parecer no tener nada en común.
Si te ha gustado este post, quizá te interese:
▷ Deseo, ¿Qué impulsa tu vida?
▷ ¿Que es Seitai? – Prácticas y Beneficios para una vida más plena